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Pandemia versus hambre en Venezuela – PARTE 1

Pandemia versus hambre en Venezuela – PARTE 1.

Economía informal y salarios de hambre.

Si expresáramos la situación de Venezuela en estos momentos, quedaría perfecta aquella famosa frase, propia de su rico lenguaje coloquial, “Si no te agarra el chingo, te agarra el sin nariz”.

Y es que no es para menos si tomamos en cuenta que los Venezolanos llevan varios años luchando contra la pobreza, la escasez de servicios públicos, la desnutrición y un sinfín de problemas en el ámbito social, político y económico, a los cuales hoy tenemos que sumarle la pandemia producida por la propagación del COVID-19 y las consecuencias que esto conlleva.

Más de 4.000 protestas se registraron en primer semestre de 2020
La población prefiere contagiarse a tener que morir de hambre. Una realidad en Venezuela

En la siguiente entrega intentaremos resumir las calamidades por las que tienen que pasar los Venezolanos, quienes deben decidir entre el difícil dilema de luchar contra la pandemia o seguir en su eterna lucha contra la pobreza.

Pandemia con salario mínimo

El Banco Mundial considera que para contribuir a que una familia pueda comenzar a salir de la pobreza necesitaría un ingreso mínimo por encima de los 60 dólares.

Pero esta es una suma soñada para quienes hoy deben sobrevivir percibiendo al mes un salario mínimo que no alcanza los 4$, divididos en 50% de salario base y la otra mitad como un bono de alimentación que no alcanza para comprar un cartón de huevos de 30 unidades, adicional a esto, quienes poseen el llamado Carnet de la Patria, pueden optar a bonos gubernamentales que siempre se ubican al rededor de los 4$ al cambio y otros planes sociales con ayudas que siguen siendo igual de insuficientes.

Esto ha traído como consecuencia que muchas personas hayan dejado de lado los empleos tradicionales, sobre todo los del sector público para dedicarse a trabajar por su cuenta, aumentando de manera considerable la economía informal que depende del día a día para llevar un mínimo sustento para el hogar.

El hecho de tener que vivir con ingresos tan bajos hace que los venezolanos no tengan la capacidad de adquirir los alimentos e insumos básicos en una cantidad suficiente que les permita encerrarse en sus casas y vivir el confinamiento de manera cómoda para protegerse del COVID-19.

La economía informal a merced del coronavirus

Como ya habíamos anticipado, en los últimos años se ha registrado una alta migración de trabajadores que han renunciado a sus empleos tradicionales del sector público y en menor medida del sector privado, para dedicarse a la economía informal en busca de mejores ingresos.

Pero son precisamente estos trabajadores los que hoy en día se encuentran, junto a los trabajadores de la salud, en el grupo con mayor riesgo a contagiarse, todo debido a la imposibilidad que tienen para poder detener sus actividades y contar con algún fondo que los ayude con la manutención de sus familiares durante los días de confinamiento.

A pesar que trabajar por cuenta propia en Venezuela es una mejor opción frente a un trabajo tradicional, la mayoría de estos comerciantes deben luchar contra la alta competencia que cada día crece más, la merma de las venta debido a la poca capacidad adquisitiva de los venezolanos y la dificultad de reponer inventarios producto de la hiperinflación que vive el país.

Muchos trabajadores ha expresado por distintos medios, sobre todo por redes sociales, lo difícil que le ha tocado al sector informal la situación de la pandemia, asegurando que la gran mayoría viven de sus ventas diarias para poder llevar un mínimo de comida a sus hogares y afirman que quedándose en casa estarían salvándose del virus, pero seguramente los mataría el hambre.

Esta historia continuará…

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